martes, 20 de julio de 2010

La NASA desconcertada: ¿Se achica la atmósfera?

Una reducción importante (e inexplicable) de la termósfera, capa de gas que está entre los 90 y los 600 km de altura. La reducción podría tener que ver con los mínimos solares del 2008 y 2009.



CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) - Una capa superior de la atmósfera terrestre se ha hundido recientemente en una contracción inesperadamente grande, tan grande es el tamaño que los científicos han estado rascándose la cabeza, anunció el jueves la NASA .

La capa de gas que se llama la termosfera ya está repuntando de nuevo. Este tipo de colapso no es raro, pero los científicos les sorprendió su magnitud.

"Esta es la mayor contracción de la termosfera en al menos 43 años", dijo John Emmert del Laboratorio de Investigación Naval, autor principal de un artículo que anuncia el hallazgo en la edición 19 de junio de la revista Geophysical Research Letters. "Esto constituye un récord de la Era Espacial".

El incidente ocurrió durante un período de inactividad solar familiar llamaba un mínimo solar desde 2008 hasta 2009. Estos mínimos se sabe que se enfríe y se contraen la termosfera, sin embargo, el reciente colapso fue de dos a tres veces mayor que una baja actividad solar podría explicar.

"Algo está pasando que no entiendo", dijo Emmert.

La termosfera se encuentra muy por encima de la superficie de la Tierra, cerca de donde se encuentra nuestro planeta al borde del espacio. Se extiende en la altitud de 90 km a 600 km por encima del suelo. A esta altura, los satélites y meteoros vuelan y brillan las auroras.

La termosfera interactúa fuertemente con el sol, por lo que es muy afectada por períodos de actividad solar de alta o baja. Esta capa intercepta la luz ultravioleta extremo (EUV) del sol antes de que pueda llegar al suelo.

El rango de altura de la termósfera varía desde los 90 km hasta más allá de los 600 km. Es el dominio de los meteoros, de las auroras y de los satélites que pasan rozando la termósfera en su recorrido alrededor de la Tierra. También es donde la radiación solar hace el primer contacto con nuestro planeta.

Según Emmert y sus colegas, el bajo nivel de UVE solar explica el 30% del colapso. El CO2 adicional explica otro 10%. Esto hace que quede hasta un 60% del tema sin explicación alguna por el momento. Un video del NCAR (National Center for Atmospheric Research o Centro Nacional de Investigación Atmosférica, en idioma español) muestra cómo el dióxido de carbono calienta la atmósfera inferior, pero enfría la atmósfera superior.

En el artículo publicado en GRL, los autores reconocen que la situación es un tanto complicada. Hay más en juego que meramente el UVE solar y el CO2 terrestre. Por ejemplo, las tendencias climáticas globales podrían cambiar la composición de la termósfera, alterando sus propiedades térmicas y la manera en que responde a estímulos externos. Podría suceder que la sensibilidad de la termósfera a la radiación solar esté aumentando. "Las anomalías en la densidad", escribieron, "podrían significar que se ha alcanzado un punto crítico climatológico, aún no identificado, ligado a un balance de energía y a procesos químicos".

Fuente: http://www.urgente24.com/index.php?id=ver&tx_ttnews[tt_news]=144909&cHash=f5cc24369e

lunes, 19 de julio de 2010

Fotos del Eclipse Solar del 11/7/10


Alejandro Tombolini
Trenel,La Pampa,Argentina


Enzo De Bernardini
Trenel,La Pampa,Argentina


Lorena Ruben
Sunchales, Santa Fe, Argentina


Julio Spagnotto
El Calafate, Santa Cruz, Argentina


Mauricio Ledda
San Martín, Mendoza, Argentina

Mas informacion en: http://www.surastronomico.com/noticias_ver.php?id=198&id_not=619

jueves, 15 de julio de 2010

Cada 27 millones de años la Tierra sufre un cataclismo



martes 13 de julio, 2:45 PM

MÉXICO, D.F., julio 13 (EL UNIVERSAL).- Registros fósiles de 500 millones de años de antigüedad demuestran que la Tierra es sacudida por una catástrofe colosal cada 27 millones de años que extinguen la vida en nuestro planeta.

Adrian L. Melott del departamento de Física y Astronomía de la Universidad de Kansas y Richard K. Bambach del departamento de Paleobiología del Museo Nacional de Historia Smithsoniano descartaron la teoría de la Némesis hasta ahora considerada como la más acertada sobre los cataclismos que extinguieron la vida de algunas especies, como los dinosaurios.

En 1984, físicos de las universidades de Berkeley y Princeton publicaron en Nature un estudio que sugería que nuestro Sol podía formar parte de un sistema binario. Su acompañante sería Némesis, una estrella apagada o una enana marrón aún no descubierta (llamada así por la diosa griega de la venganza) que cada 26 a 34 millones de años atravesaría la nube de Oort.
Al hacerlo, provocaría una terrible tormenta de grandes cometas que explicaría las grandes catástrofes planetarias y las extinciones asociadas, publica en su portal el diario ABC.

Para Melott y Bambuch, la precisión y regularidad de las extinciones masivas demuestra precisamente que Némesis no existe. Según ellos, la órbita de Némesis debería haberse visto infuenciada por los numerosos encuentros que el Sol ha tenido con otras estrellas en los últimos 500 millones de años.

De acuerdo con su investigación publicada en la revista arXiv de la Universidad de Cornell el objeto que se acerca a la Tierra y provoca una lluvia de meteoritos mortales debe estar más cerca de lo pensado, pero descartan la existencia de la Némesis.