Terremotos, olas de calor, inundaciones, volcanes, super tifones, aludes, heladas y sequías mataron a un cuarto de millón de personas en todo el mundo en el 2010, el año más mortífero en más de una generación. Más personas murieron por desastres naturales este año que las que han muerto en ataques terroristas en los últimos 40.
Y, dicen científicos, la culpa es mayormente nuestra.
La mano del hombre hizo que las catástrofes naturales resultaron más mortíferas y costosas.
Malas construcciones contribuyen a hacer los terremotos más fatales de lo que debieran ser. Más personas viven en la pobreza en edificios vulnerables en ciudades atestadas. Eso significa que cuando la tierra tiembla, los ríos se desbordan, o el típico huracán azota, más gente muere.
Desastres geológicos como terremotos y volcanes "son básicamente una constante", dijo Andreas Schraft, vicepresidente de peligros catastróficos para el gigante de seguros Swiss Re, basado en Ginebra. "Todos lo que cambia es obra del hombre".
El terremoto de enero que mató a más de 220 mil personas en Haití es un ejemplo perfecto. Puerto Príncipe tiene casi el triple de habitantes que hace 25 años, muchos de ellos en extrema pobreza, que viven en casuchas precarias en barrios marginales. Si el sismo hubiese ocurrido en 1985 en lugar del 2010, el total de muertes probablemente habría rondado los 80 mil, dijo Richard Olson, director de reducción de riesgos de desastres en la Universidad Internacional de Florida.
En febrero, un terremoto 500 veces más poderoso que el que azotó Haití sacudió un área en Chile que es menos poblada, tiene mejores construcciones y menos pobreza. El sismo causó menos de mil muertes.
Científicos climatológicos dicen que el clima de la Tierra está cambiando por el calentamiento global generado por la actividad humana, que ha causado fenómenos extremos como masivas inundaciones y calcinantes olas de calor.
A mitad de año, en el verano boreal, un sistema climático causó una intensa ola de calor en Rusia, mientras que más al sur generó inundaciones en Pakistán que anegaron 160 mil 500 kilómetros cuadrados. Ese sistema de calor y tormentas mató casi a 17 mil personas, más que todos los accidentes aéreos en el mundo en los últimos 15 años.
La excesiva cantidad de fenómenos climáticos extremos registrada en el 2010 es un claro ejemplo del calentamiento global del que advierten los científicos. Expertos calculan que la mortal ola de calor rusa _ que fijó un récord nacional con temperaturas de 43.8 Celsius (111 Fahrenheit) _ habría ocurrido una vez cada 100 mil años sin el calentamiento global.
Datos preliminares muestran que 18 países registraron las temperaturas más altas de su historia.
"Esos eventos no habrían ocurrido sin el calentamiento global", dijo Kevin Trenberth, jefe de análisis climático del Centro Nacional de Estudios Atmosféricos en Boulder, Estados Unidos.
Por eso las personas que estudian los desastres dicen que sería equivocado achacar lo sucedido en el 2010 a simplemente otro mal año.
Aunque el terremoto haitiano, la ola de calor en Rusia y las inundaciones en Pakistán fueron los desastres más mortíferos, no fueron lo único sucedido. Sismos mortíferos sacudieron también Chile, Turquía, China e Indonesia, en uno de los años más activos geológicamente en décadas. Hasta septiembre habían ocurrido 20 terremotos de magnitud de 7 o más, comparado con los 16 usuales. Pero no es un récord. Ni siquiera es mucho mayor que el promedio.
Inundaciones mataron a más de seis mil 300 personas en 59 países hasta septiembre, de acuerdo con la Organización Mundial de Salud. Estados Unidos, China, Italia, India, Colombia y Chad se vieron también azotados por inundaciones. El súper tifón Megi, con vientos de más de 320 kilómetros por hora (200 mph), devastó Filipinas y partes de China.
Hasta el 30 de noviembre casi 260 mil personas habían muerto en desastres naturales en el 2010, comparado con 15 mil en el 2009, de acuerdo con Swiss Re. En comparación, las muertes por terrorismo desde 1968 hasta el 2009 fueron menos de 115 mil, según el Departamento de Estado norteamericano y el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore.
La organización caritativa Oxfam dice que 21 mil de las muertes por desastres naturales ocurridas este año estuvieron relacionadas con el clima.
Luego que fuertes tormentas invernales paralizasen parte de Estados Unidos y se registraron nevadas récord en Rusia y China, las temperaturas subieron a niveles casi inauditos.
El año podría terminar siendo el más caliente en la historia, o al menos entre los tres primeros, dijo la Organización Meteorológica Mundial. La temperatura global promedio hasta el final de octubre fue de 14.74 Celsius (58.53 Fahrenheit), ligeramente más alta que el récord previo del 2005, de acuerdo con el Centro Nacional de Datos Climáticos en Estados Unidos.
En mayo, Pakistán registró 53.9 Celsius (129 Fahrenheit), lo que puede haber sido la mayor temperatura jamás registrada en un área habitada.
Y partes de la cuenca del río Amazonas en Brasil sufrieron una sequía que redujo sus aguas al nivel más bajo en la historia.
Desastres causaron 222 mil millones de dólares en pérdidas económicas en el 2010 una cifra mayor que la economía de Hong Kong de acuerdo con Swiss Re.
El asesor científico de la Casa Blanca John Holdren dijo que o hacemos algo acerca del cambio climática o nos acostumbramos a los desastres naturales. "La ciencia nos dice claramente que podemos esperar más y más de ese tipo de eventos dañinos hasta que las emisiones de gases de invernadero por la sociedad sean radicalmente reducidas".
"Los desastres naturales marcaron este periodo a la humanidad"
Fuente: http://www.informador.com.mx
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