El temblor, de 7,1 grados de magnitud en la escala abierta de Richter, devastó la prefectura autónoma tibetana de Yushu, situada a casi cuatro mil metros de altitud sobre el nivel del mar, y limítrofe con la región autónoma del Tíbet, con un 97 por ciento de su población perteneciente a esa etnia.
Conforme a los datos de la Oficina Central de rescate divulgados hoy por la agencia de noticias Xinhua, la ciudad más afectada ha sido la de Jiegu (Gyegu, en tibetano), en la que residían unas cien mil personas y donde más de un 85 por ciento de las viviendas, en su mayoría de adobe y madera, se han desplomado.
Los efectivos de socorro continúan apartando escombros para localizar supervivientes y todavía en las últimas horas se han producido milagros como el rescate de una niña de cuatro años y una mujer tibetana que continuaban vivas tras cinco días sepultadas bajo una cama, informó el canal estatal CCTV.
Sus familiares las mantuvieron con vida facilitándoles alimentos en los huecos que quedaron entre las ruinas y ayudándose con palos de bambú.
La mujer se encuentra en situación crítica, mientras que la niña sufre problemas cardíacos.
El último envío de ayuda, procedente del Ministerio de Comercio, consiste en 3.000 estufas y algunas tiendas de campaña, que llegarán a Xining, la capital provincial, mañana antes de partir con destino a Yushu, a más de 800 kilómetros.
Debido a la altitud en la que se haya ubicada la zona afectada, las temperaturas caen por debajo de los cero grados centígrados por las noches, y los damnificados, en su mayoría pastores muy pobres, necesitan con urgencia alimentos y agua potable.
El Ministerio de Asuntos Civiles indicó que en la actualidad la mayoría de supervivientes cuentan con alimentos y agua para los próximos días, y se cobijan en tiendas de campaña.
La mayor parte de esta ayuda llegó ayer con motivo de la visita del presidente Hu Jintao a la zona tras cancelar parte de su gira por América Latina, y un día después de que se incineraran y enterraran cientos de cadáveres.
Las autoridades han recibido hasta hoy 85,8 millones de dólares (63,7 millones de euros) en donaciones, informó el buró provincial de finanzas, de los que 60 millones son efectivo y el resto en material.
En una rueda de prensa en Pekín, el viceministro de Industria y Tecnologías de la Información, Miao Wei, señaló hoy que el terremoto ha paralizado casi por completo las comunicaciones.
"Estamos tratando de restaurar las comunicaciones, y centrando nuestros esfuerzos en suministrar equipos médicos y materiales para aliviar la situación tras el terremoto y tener una idea clara de la dimensión de los daños", explicó Miao.
Mientras las tareas de rescate continúan, los ingenieros estatales han empezado a desplazarse a la zona afectada para evaluar si es posible la reconstrucción de Jiegu en el mismo lugar o si tendrán que desplazar la ciudad a otra zona más segura.
El área más devastada, situada sobre la falla activa de Xianshuihe, ha registrado desde el miércoles más de 1.200 réplicas, un fenómeno habitual cuando se produce un sismo de tal magnitud.
El de Qinghai se produce casi dos años después del terremoto de Sichuan, de 8 grados de magnitud, que causó 87.000 muertos y desaparecidos el 12 de mayo de 2008. EFE mz/msr
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