Lo inquietante, es que, una vez más, el asteroide ha sido detectado con escasa antelación. Uno de los tres telescopios del Catalina Sky Survey , dedicada a la búsqueda de objetos cercanos a la Tierra (NEOs, por sus siglas en inglés) lo descubrió hace apenas un mes. La noticia de la llegada de otros bólidos ha sido aún más tardía, y los científicos han conocido el inesperado acontecimiento con tan solo días de antelación.
Estos casos ponen de manifiesto la dificultad de descubrir a estos enemigos potenciales y demuestran que, llegado el momento, podríamos hacer muy poco para defendernos de un impacto. Quizás ni siquiera importe: especialistas norteamericanos ya advirtieron en su día de que, con la tecnología actual, no hay esperanza contra esta amenaza.
2010 GU21 es un asteroide muy tenue y muy difícil de localizar. Su paso es arriesgado en términos astronómicos, pero seguro si se trata de distancia física. Significa una gran oportunidad para dirigir nuestros radares de orientación y poder estudiar sus características.
El próximo asteroide que sepamos más se acercará a la Tierra se llama 2005 YU55 -también incluido en la lista de las rocas espaciales potencialmente peligrosas-. Observado por el Telescopio Arecibo de Puerto Rico el pasado 19 de abril, éste sí que nos «rozará»: pasará entre nosotros y la Luna el 8 de noviembre de 2011. Hasta entonces es seguro que nos visitarán muchas más rocas como la de ahora.
Fuente: ABC.es
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